Intelectual venezolano Roberto Hernández Montoya (Foto: Archivo)
Yvke Mundial/UN/Roberto Hernández Montoya
A los yanquis también les entran las balas”, dijo Fidel cuando la invasión imperial a República Dominicana en 1965. O sea, ¿cuántas guerras han ganado los Estados Unidos luego de su Independencia? Cuando no eran imperio aún, por cierto.
Es casi como Italia, que me aseguran que la última guerra que ganó fue la Guerra de las Galias. Panamá y Grenada no cuentan porque estoy hablando de guerras serias y no de paseos a la playa. No menosprecio a Panamá y a Grenada por su tamaño sino que trato de justipreciar el tamaño imperial como para sufrir tantas catástrofes militares, que ni Los Tres Chiflados.
Sus espantás en todas partes son memorables, Corea, Saigón y ahora Siria y hasta Libia, corriendo de unas guarimbas, comandados por Trump, el megalómano de los megalómanos, que así es como hace a «América» grande de nuevo.
No cuento las gavillas como la guerra que le ganaron a Libia porque no se sabe quién triunfó, aunque sí quién perdió. Las de Afganistán, Irak y Siria no se han decidido y en Siria ya anunciaron la retirada —a ver si cumplen.
Tampoco cuento la Segunda Guerra Mundial porque esa la ganó el pueblo soviético. Los demás se colearon en esa victoria. Les cae un palo de agua y pegan la carrera como perros de quinta. Guerras sucias sí ganan, golpes de Estado de la CIA con militares pícaros, operaciones de bandera falsa como el barco Maine o las Torres Gemelas, financiamiento de gamberros tipo ISIS, masacres estilo Elliott Abrams en El Mozote, asesinato de curas y monjas en El Salvador, negocios mugrientos con narcos colombianos, maniobras con políticos abyectos tipo Macri, Duque, Moreno, Piñera, Bolsonaro, Macron, Addo, Poroshenko, Pedro Sánchez.
Si no es con pueblos indecisos y con guarimberos no emprenden nada, canallas como los dictadores de derecha de Vietnam del Sur, Chapita, Somoza, Batista, Guaidó, baratos y chapuceros. Y clases medias amaestradas hasta la convulsión por el peor Hollywood y por centros comerciales mayameros. Sus ideólogos más descollantes son Trump y Nitu. Su cumbre doctrinaria, el neoliberalismo, da más risa que compasión. Ya sé, los EEUU son formidables, con una creatividad asombrosa pero ojalá no la usaran para destruir.
Roberto Hernández Montoya
@rhm1947
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